miércoles, 16 de diciembre de 2020

Concilio con la soledad

Hoy día está mal vista la soledad, alguien solitario se vuelve un ser extraño y aburrido

Otros simplemente se aterran ante la idea de estar en una situación dónde no tenga compañía.

Ese temor ha hecho que muchos dejen de encontrarse a si mismos, que se mantengan estancados en relaciones tóxicas o que vayan en contra de sus propios principios e ideales.

Todo por no estar "solos"

Y lo entiendo.

Porque hace tiempo la soledad me parecía mala.
 
Me daba miedo quedarme dentro de ella, envuelta en un hoyo profundo, sin salida, sin luz.
 
Pero ahora, empiezo a recordar aquella paz que me daba.
 
La tranquilidad y las oportunidades infinitas de hacer de mis horas a solas lo que yo quisiera.
 
Esa soledad, aquella que me daba ánimos para crear.
 
Que me inspiraba a hacer lo que me gusta y apasiona.
 
Aquella que permitía que mis pensamientos se convirtieran en palabras, en una pintura, en una fotografía.
 
La que me llevaba a un sin fin de posibilidades.. Y despertaba en mi la nostalgia y el arte.
 

Esa que me abrazaba suavemente y me mantenia caliente,

Aquella que abría mis ojos y me recordaba que existía y que siento.
 
Que ilumina mi alrededor, logrando ver más allá de lo que tenía en frente.

Me detengo y divago..

Y voy tejiendo ideas y sentimientos que me llevan a un solo término: No es la soledad, es a mí a quien busco.

Porque es ensimismados dónde podemos hallarnos, encontrar nuestro ser.

Hermosa soledad..

Pero si es tan maravillosa su presencia ¿Por qué le temor?

¿Será que nos asustan nuestras propias pasiones reprimidas?

¿Es la soledad en sí lo que nos asusta o es descubrir lo que somos?

Sí el mundo no girara en torno a buscar la aprobación del montón, huyendo con ímpetu de los brazos de la soledad, entonces encontraríamos la verdadera libertad de ser quienes somos.

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